domingo, 15 de mayo de 2011

Suicidio médicamente asistido. Laura Carrión

Tanto la eutanasia como el suicidio médicamente asistido (SMA), son dos modos de poner fin a la vida de los enfermos que lo requieren y que reúnen unas características determinadas.
La diferencia entre ambos radica en que en el caso de eutanasia, es el médico quién causa directamente la muerte del paciente (por medio de fármacos o por desconectar las máquinas que lo mantiene vivo) y en el caso del SMA, la acción la realiza la propia persona con ayuda médica.

La similitud entre ambas prácticas es que en ambos casos, es el paciente el único que puede tomar la decisión de querer morir. Por lo que el paciente tiene que ser perfectamente consciente de la decisión que está tomando, tener pleno conocimiento y capacidad de decisión.

Cada vez son más los países que aprueban enmiendas a las leyes que prohibían la eutanasia a favor del SMA, este es el caso de países como Holanda, Suiza, Bélgica, u Oregón (USA).
En el caso de España, ambas prácticas sin distinción, están castigadas por el Código Penal pero y además la ética clínica no permite, ni influir en un paciente para incitarle al suicidio, ni da capacidad al médico para tomar decisiones sobre la vida de un paciente. Ante todo prevalece el derecho a la vida.

¿Pero no debería haber un derecho a poder morir de manera digna si un individuo lo decide? ¿No podría contemplaste el SMA como una actitud compasiva de un médico hacia una persona que sufre por una enfermedad terminal y si no tiene ninguna posibilidad de recuperarse?
o ¿Deberían crearse nuevas enmiendas de carácter universal que regulen estas prácticas y así acabar con las distinciones entre países? 


1 comentario:

  1. En mi opinión, el suicidio asistido es un buen método por el cual, las personas muy enfermas que ya no quieren continuar su sufrimiento ni el de sus familiares al verles en esa situación, pueden acabar con esa situación y así no implican tanto a un médico en una decisión con la que no podría estar del todo de acuerdo por sus convicciones morales.Además, estas son decisiones en las cuales creo que no debería intervenir más gente que el propio enfermo y sus más allegados.
    Marina Sanz Muñoz Nº26 1ºA

    ResponderEliminar